La gripe (influenza) es una infección de la nariz, la garganta, y los pulmones, que son parte del sistema respiratorio. En general, a la influenza se la conoce como gripe, pero es diferente a los virus de la gripe estomacal, que causan diarrea y vómitos.
La mayoría de las personas con gripe mejoran por su cuenta. Pero a veces esta enfermedad y sus complicaciones pueden ser mortales. Las personas con mayor riesgo de presentar complicaciones por la gripe son las siguientes:
- Niños menores de 2 años
- Adultos mayores de 65 años
- Personas que viven en un asilo de ancianos y convalecientes o en otro centro de cuidado a largo plazo
- Personas embarazadas o que tengan previsto quedar embarazadas durante la temporada de gripe
- Personas con el sistema inmunitario debilitado
- Indígenas estadounidenses o nativos de Alaska
- Personas con enfermedades crónicas como asma, enfermedades cardíacas, enfermedad renal, enfermedad hepática y diabetes
- Personas con un índice de masa corporal de 40 o más
Aunque la vacuna anual para la gripe no tiene una eficacia del 100 %, reduce las posibilidades de tener complicaciones graves de la infección.
Síntomas
Al comienzo, la gripe quizás parezca un resfriado común con goteo de la nariz, estornudos y dolor de garganta. Por lo general, el resfriado se desarrolla lentamente. Pero la gripe tiende a aparecer de manera repentina. Y aunque un resfriado puede ser una molestia, generalmente te sientes mucho peor con la gripe.
Entre los síntomas comunes de la gripe se incluyen los siguientes:
- Fiebre
- Dolor en los músculos
- Escalofríos y sudoración
- Dolor de cabeza
- Tos persistente y seca
- Falta de aire
- Cansancio y debilidad
- Congestión o goteo nasal
- Dolor de garganta
- Dolor en los ojos
- Vómitos y diarrea, pero esto es más común en los niños que en los adultos